El siguiente texto no es mio, es del Profesor Gillespie. Lo tomé de su blog Almacen
¿El gran fraude del siglo XX?
Muchos somos los que nos hicimos esta pregunta, pero muy pocos los que dimos con la respuesta. Como dijo el sabio:
“Cuanto más te conozco, más te aporreo”.
La
teoría de la relatividad (primero Especial, luego General) no es difícil de entender, es difícil de explicar. Por eso me impongo hoy esta tarea ardua, la de transmitir el conocimiento de esta mente a otra mente, de este cuerpo a otro cuerpo, de esta boca a otra boca y otra boca... y así, con las mentes abiertas, el saber vertido por mí será semilla en campo fertilizado por estiércol y otras bostas y crecerá sano y crecerá bello… y digo: bienaventurado el que tiene bosta en la cabeza porque allí puede germinar la semilla del conocimiento.
Albert Einstein, autor de la teoría que lleva por título esta nota, era un físico fracasado, cualunque, mediocre... era un pelagatos de la ciencia.
Un hombre gris y opaco… lo único sobresaliente era su mediocridad.
Pero un buen día dijo:
“Voy a inventar una teoría que tenga masa, que tenga energía y que tenga luz”Hizo lo que se dice un marketing de la física y metió todos los elementos con punch:
“¡Masa, energía, luz serán las fortalezas y no las debilidades de mi fórmula!”Mezcló todo y salió:
E=mc2, que significa que energía es igual a masa por velocidad de la luz al cuadrado… claro, pequeño detalle, después tuvo que explicarlo y ahí lo quisimos ver pues nadie entendió nada.
Vamos a utilizar algunos ejemplos sencillos porque deseo que todos los clientes entiendan. Vamos al ejemplo del tren (por qué será que todos los ejemplos siempre son con ese medio de transporte)
Hay un hombre que viaja en un tren a 100 km por hora. Es un hombre normal. Otro hombre está en la estación, también es un hombre normal.
Se considera un hombre normal aquel que le gusta el fútbol, las minas y jugar al trucoEl hombre que va en el tren está caminando a velocidad humana, 5 km/h.
El hombre que está en tierra también está caminando a 5 km/h.
¿Qué nos dice este ejemplo?
Que el hombre que va en el tren se traslada a 105 km/h.
Moraleja: si quieres llegar más rápido, caminá dentro de un tren.
Si no lo entendieron les puedo dar otro modelo.
Usted -mujer mimosa- va sentada en el caño de una bicicleta mientras su amigo va pedaleando a una velocidad de 30 km/h.
Condiciones externas: una linda tarde de primavera y el joven es un muchacho buen mozo, agradable, simpático.
Situación: de frente viene un tren a qué velocidad... sí, muy bien, a 100 km/h.
A su amigo le va creciendo la energía, por consiguiente aumenta la velocidad para llegar al lugar apropiado y darle masa, pero lo que es más importante, se distrae.
Aquí tenemos dos situaciones que no son relativas. Primero, van a chocar con el tren porque éste no va a parar, en cambio ustedes sí van a parar aunque no quieran, y segundo, el convoy va a seguir para adelante a 100 km/h y ustedes van a ir marcha atrás a igual velocidad que el tren.
Vieron que sencillita la teoría, de ahí que la relatividad es el gran fraude del siglo veinte.
Si no entendieron lo de la masa (ingenuos) se los detallo. La masa de un cuerpo es la parte de la pulpa del mismo. Por ejemplo, la masa de nuestro planeta es todo el planeta, no es solamente la corteza... lo mismo pasa con un huevo duro, la masa es todo: la yema y la clara. Si al huevo lo aceleramos a la velocidad de la luz se transforma en energía… tortilla u omelette. Cuando los comemos lo transformamos en energía calórica y depende como nos caiga, en energía gaseosa.
¿Qué pasa con el tiempo en la teoría de la relatividad?
El tiempo no es una magnitud constante; esto significa que el tiempo no pasa igual acá que en cualquier otro lado. En el laburo las ocho horas son eternas, en la playa pasan como energía gaseosa, que bien desarrollé antes. En los viajes estelares, interestelares o intestinales el tránsito es más lento. Si Mirtha Legrand viajara a altísima velocidad en un cohete durante cien años, cuando regrese a la tierra nosotros vamos a tener cien años más... y ella estaría como está ahora, con cien años más que nosotros.
No habría envejecido más de lo que ya envejeció.
Corolario: en los viajes espaciales la gente se marchita menos que acá en la tierra. ¿A qué se debe? A que el tiempo pasa más lento y esto ya lo explicó muy bien Stanley Kubrick en
2001: Odisea del espacio, donde todo es en otra velocidad, en cámara lenta, bien ralentizado... en la película pasan un montón de años y para nosotros todo transcurre en una hora y media.
Espero que lo hayan entendido.
